Volvió a llover en las últimas horas en la ciudad de Pirané y la misma sigue siendo bienvenida para la sufrida comunidad que soportó por años la sequía y la falta de agua.
Hoy, con agrado los vecinos observan como los reservorios están rebalsados, aunque marcan como llamativo que “curiosamente se sigue observando a camiones tanques transportando agua”.
Tanto el domingo como el martes el agua caída fue abundante y trajo complicaciones como es habitual en los caminos que no cuentan con ripio o asfalto. En ellos, las profundas huellas nuevamente aparecieron y complicaron a los conductores, sobre todo de vehículos pequeños.
En ese marco, desde la Comuna local confirmaron que “los trabajos de mejoramiento de las arterias se realizarán ni bien se compongan las calles, es decir cuando el suelo esté firme para el ingreso de las máquinas de la Subsecretaría de Obras Públicas de la Municipalidad”.

Defensas
Por otra parte, cabe destacar el buen funcionamiento de las obras recientemente concluidas, consistentes en la construcción de las nuevas defensas contra inundaciones, como así también la eficiente operatividad del sector Hidráulica Municipal respecto a las bombas extractoras durante las lluvias acaecidas en los últimos días.
Las recientes precipitaciones pusieron seguidamente a prueba la resistencia y funcionamiento de la mencionada obra que, hasta la fecha, respondió con efectividad. Así también, otros piranenses elogiaron el rápido escurrimiento de las aguas, gracias a la eficiente marcha de los motores a explosión de las distintas estaciones de bombeo, que permitieron la extracción de la masa hídrica fuera de la barrera en un tiempo relativamente breve, impidiendo su acumulación y la formación de áreas inundadas.

Operatividad
Cabe aclarar, sin duda, que ello también fue posible gracias a la dinámica operatividad del sector y personal dependiente de Hidráulica Municipal quienes, ante la situación de emergencia planteada, y aún bajo las peores inclemencias climáticas, acudieron presurosos a las estaciones de bombeo, por el acceso enripiado, para percatarse del normal funcionamiento de los motores bombeadores y abastecerlos de combustible para que continuaran su incansable marcha.
Los mencionados motores llegaron a funcionar incluso hasta 24 horas por día o tanto como fuera necesario, a fin de restablecer la tranquilidad de los vecinos de los barrios Evita y San José Obrero de la ciudad de Pirané.