La preocupación por posibles inundaciones en la región se incrementaron notablemente tras el desastre que se produjo en San Antonio de Areco. Ayer los presidentes de las sociedades rurales de la zona se reunieron en Junín para evaluar la situación que atraviesa la cuenca del salado.
Representantes de las ciudades de General Villegas, Lincoln, Rufino, Vedia, Arenales, Chacabuco, Ameghino y Pinto estuvieron ayer en la sede de la Sociedad Rural de Junín y manifestaron su preocupación por la situación, la crecida de la Laguna de Gómez en pocos días ahondó las inquietudes de los productores que ven como se puede llegar a repetir historias pasadas, cuando el agua cubrió todo.
Rodrigo Esponda, presidente de Sociedad Rural de Junín, sostuvo que lo que se busca con está reunión es alertar a las autoridades competentes para que se tomen cartas en asunto, “que se haga un trabajo de prevención”, dijo. De está manera se evitarían las “cazas de brujas” posteriores como pasó en Areco.
“Le pedimos a los intendentes que en carácter de urgencia convoquen al Comité de Cuenca para hacer controles, para que después no nos encontremos con la sorpresa de inundaciones por canales clandestinos o por el mal mantenimiento de las obras”, señaló Esponda.
Los productores creían que la crecida que la Laguna de Gómez sufrió en los últimos días era producto de agua que ingresaba desde Villegas, pero en la reunión se dieron cuenta que esto no era así, ya que se constató que el la localidad de Granada el afluente está contenido por una vía ferroviaria.
“De un lado de las vías hay más de un metro y medio de agua, y del otro está seco. Además las alcantarillas están rotas, por lo que el agua desde allí no viene”, sostuvo el productor rural consultado por La Verdad.
Ahora la gran inquietud de los hombres del campo es saber desde dónde viene el agua, “si viene de Villa Cañas o Teodelina es agua que no tendría que venir para acá, lo mismo que de la Picasa, porque se tiene que hacer con previa autorización del Gobierno bonaerense. No sabemos de donde viene el agua, y eso nos alarma”, manifestó.
Y dijo que además la pasividad y tranquilidad de las autoridades de hidráulica de la provincia son muy preocupantes, “nos gustaría tener esa misma tranquilidad”, ironizó.
El viernes cada uno de los presidentes de las sociedades rurales les entregarán a sus intendentes un petitorio para que se termine de una vez por todas de conformar el Comité de Cuenca del Salado, “está todo listo, solo falta la voluntad política de hacerlo”, dijo.
La semana pasada se mantuvo una reunión con la Ministra de Infraestructura provincial, Cristina Álvarez Rodríguez, a quien le manifestaron que “la responsabilidad de los canales clandestinos es política, no es de los productores. Si los hay que los denuncien”.
EL Plan Maestro fue puesto en marcha allá por el 2003, cuando el entonces presidente de la Nación Néstor Kirchner intentó poner fin al flagelo de las inundaciones en toda la cuenca del Salado y más especialmente en nuestra región, pero las obras están paradas desde hace bastante tiempo, y poco parece pasar para solucionar eso.
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