Vecinos del barrio Itatí denuncian que, lejos de favorecerlos, las obras de desagüe que se desarrollan allí están provocando rajaduras de viviendas, hundimiento de terrenos y problemas en el suministro de agua potable, que se corta sin aviso.
Casi llegando a la esquina de Paseo de las Américas y 16 de Julio, cerca de una conocida panificadora, un hombre mostró a La Mañana profundas rajaduras en el piso y las paredes de la casa que comparte con su esposa y su hija de 10 meses. Al señalar las roturas, dijo que son consecuencia de los trabajos de retroexcavadoras realizados en su parterre entre la semana pasada y el lunes último, cuando colocaron los caños correspondientes.
La vereda que da a su puerta se separó de la edificación unos diez centímetros hacia afuera porque cuando se levantó el parterre se movió todo el terreno y se debilitó. El paso peatonal se quebró y en la separación mencionada hay filtraciones de agua que perjudican a toda la casa, según afirmó el hombre a este Diario.
Ingresando por el garaje puede verse la continuación de las grietas, que se extienden tanto por el suelo como por las paredes y alcanzan varios ambientes: el comedor, habitaciones y la cocina
“Al desagüe pluvial lo tuvimos que hacer nosotros y la compactación del terreno deja mucho que desear. Ellos no compactaron sino que sólo lo rellenaron. Estuve una semana con el auto adentro porque no lo podía sacar; gracias a Dios, no pasó nada con mi beba, porque en una emergencia no iba a poder salir de la casa”, dijo. Su parterre y el de sus vecinos son actualmente una superficie de arena y tierra sobre la que algunos colocaron baldosas para favorecer la entrada de vehículos y para que funcionen como acera. Como lo señaló, la compactación es precaria e irregular.
Ante esto y los daños en su casa, declaró: “¿Quién paga esto? Porque la arrogancia con la que se manejan los de la obra para contestar es total. Dicen que no se van a hacer responsables para hacer la vereda y ni siquiera para la boca de inspección. También tuve que hacer la conexión del desagüe desde mi casa hacia fuera, al igual que todos los vecinos”.
Estos problemas también se denunciaron desde otros hogares del mismo barrio y el pedido es el mismo: que el intendente De Vido vaya al lugar, constate los que señalan como perjuicios de la obra e impulse un resarcimiento de los mismos, principalmente en las casas rajadas.
Sin agua
El segundo problema en el barrio Itatí es el agua. Mujeres dijeron que normalmente deben contar con electrobombas para poder cargar los tanques y disponer del servicio, pero que por las obras de desagüe llegaron a estar un día entero sin una gota, tal como ocurrió el miércoles.
“No avisan que van a cortar el servicio y no nos permiten tomar precauciones. Si estuviéramos alertados, veríamos cómo hacer para tener agua ese día, pero sin decir nada cortan el servicio y nos perjudican. Esto es un problema de todo el barrio. Meten las máquinas y no sé si cortan los caños o no dejan pasar el agua para poder trabajar, pero lo cierto es que nos toma por sorpresa”, dijo una joven madre de familia que debe acarrear agua desde la casa de su vecina, que tiene aljibe, para poder superar este problema.
Fue un hombre del mismo barrio quien ratificó las denuncias de las mujeres y pidió que, si es necesario cortar el servicio durante los trabajos, que se brinde una alternativa durante este tiempo. “El calor que hace nos obliga a consumir mucha agua, pero no sale, y cuando aparece, está llena de barro”, agregó.
En el barrio Itatí 2, los vecinos recientemente ubicados también pidieron mejoras en el suministro y mostraron cómo deben recurrir a las electrobombas para tener agua en sus tanques. “Salen unas mangueritas del suelo y ahí conectamos, porque de otra forma no tenemos agua”, dijo. |
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