Tres de las ocho comunidades que soportan inundaciones, en el Consejo Indígena del río Ichilo TCO – Yuqui CIRI, piden ser evacuados a tierras más altas, al igual que otras ubicadas en el Valle Alto que también fueron castigadas por granizadas.
Luis Terrazas, miembro del Consejo Indígena del río Ichilo TCO – Yuqui CIRI, llegó hasta la Prefectura del departamento en busca de ayuda, dijo que 80 familias de tres comunidades (Tres Bocas, La Flor y Santa Isabel), de las ocho en este Consejo, tienen que ser evacuadas de manera urgente, toda vez que el agua subió un metro y medio del suelo.
Todas las comunidades han quedado incomunicadas debido a que las baterías que se usan para las comunicaciones se han quedado inutilizadas porque no sale el sol para recargarlas, dijo.
El dirigente aseguró que son más de 245 familias las que fueron afectadas por la cuarta riada que llegó con más agua que las anteriores.
“Prácticamente se ha perdido toda la siembra para la zafra de este año, son más de 300 hectáreas de arrozales, 600 de plátano y 200 de maíz además de otros cultivos como: camote, yuca, cítricos, de este último se ha perdido todo completamente, ya no queda ni para el consumo de las mismas familias, que por ahora todavía están aguantando en sus comunidades”, informó.
El lodo también ha subido entre 40 a 50 centímetros lo que dificulta cualquier tipo de tránsito de vehículos, pues estas comunidades quedan a ocho horas de viaje desde Puerto Villarroel, manifestó.
El dirigente también pidió la reconstrucción de las escuelas que en varios casos como son de material rústico fueron arrastradas por el río y “como esta cerca el periodo del inicio de clases también ya los necesitamos”, agregó.
Pero no sólo el trópico cochabambino sufre estos desastres naturales, sino también el Valle Alto, en el Municipio de Tarata, tres comunidades ( Lojosga, Isata y Yana Rumi), que albergan a más de 80 familias fueron azotadas por una granizada de magnitud, que dejó en algunos lugares hasta 12 centímetros de altura.
Toda la producción de papa, maíz, cebada, trigo y avena, fueron dañados seriamente aunque todavía se continúa con el trabajo de evaluación debido a que es lento el deshielo.
POTOSÍ
Un total de once municipios, especialmente del sudoeste potosino sufrieron entre riadas y sequía desde el mes de noviembre del año pasado, informó la Unidad de Gestión de Riesgos (UGR) de la Prefectura de Potosí.
Se estima que ambas adversidades climáticas dañaron de alguna forma a poco más de 6.800 hectáreas de cultivo, resultando afectadas 1.775 familias de 22 comunidades, señaló a radio Patrimonio del Sur de la red Onda Local, el responsable de la UGR departamental, Jhonny Callapino.
Debido a la magnitud de la afectación, la prefectura potosina declaró la alerta naranja en todo el departamento.
En los últimos meses del 2009, una aguda sequía y fuertes vientos azotaron a los municipios de Llica, Tahua, Colcha K, San Pedro de Quemes, San Agustín y Uyuni.
Mientras que Tupiza, Caiza D, Chaquí y Porco fueron afectados por riadas, en tanto que Betanzos padeció granizadas y riadas.
El cultivo más afectado, de lejos, es la quinua, con 6.685 hectáreas con algún daño.
También se tiene registro de 49 hectáreas de papa, 46 de maíz, 11 de frutales, 5 de haba, 5 de hortalizas y 2,6 de ajo y alfalfa que sufrieron los efectos de lluvias y sequía.
En todos los casos, señaló Callapino, en promedio hubo un daño de hasta un 70% de cada hectárea cultivada.
La UGR departamental también registró la muerte de al menos 115 cabezas de ganado camélido, dos de ovino y una de vacuno.
En cuanto a pérdidas humanas, en el último mes se registró el deceso de dos mujeres y una niña que fueron arrastradas por las riadas en Betanzos.
Al momento, el Centro de Operaciones de Emergencia, COE, asiste a las familias afectadas con alimentos y vituallas; mientras que el Programa de Atención a Zonas de Desastres Naturales, Pazden, movilizó maquinaria pesada para reencauzar los ríos. |
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