Hace 10 años, mientras los operarios realizaban algunas tareas en el dique La Angostura, descubrieron que el sistema ya estaba obsoleto y que había comenzado a desgastarse. Pese a la advertencia, pasaron ocho años hasta que un día se intentaron abrir las compuertas de la represa y los oxidados cables de acero se cortaron. Reparar el embalse se convirtió en una cuestión vital que para los funcionarios comenzó a concretarse estos días.
La experiencia no le agrada a nadie: tener que vaciar a menos de la mitad el espejo de agua disgusta a los turistas que visitan los Valles, a los pescadores, a los agricultores y a los propios funcionarios de distintas áreas relacionadas con el medio ambiente y con la producción. "Es una emergencia. Si seguía creciendo el lago quién sabe lo que podría haber pasado", expresó el titular de la Dirección Provincial del Agua, Juan Sirimaldi.
Una tarea compleja
Rodeado de planos y de números que describen la estructura del dique, el ingeniero aseguró que cuanto termine la obra de reparación (se calcula que a fin de año) los encargados de cuidar el dique abrirán y cerrarán las compuertas una vez por semana. "No queremos que nos sorprenda nada", dijo en referencia a los 31 años que pasaron sin que se hicieran tareas de mantenimiento en la represa, situación por la cual el sistema colapsó y hoy deben vaciar el espejo de agua para arreglarlo.
El ingeniero aclaró las dudas de aquellos lugareños y agricultores que temen un vaciamiento total del dique. "El lago no se vaciará: está estipulado que queden unos 10.000 millones de litros de agua (un 10 % de la capacidad total que tiene la represa). Después del 15 de marzo volverá a llenarse", resaltó.
No será una tarea fácil que la represa recupere el esplendor que enamora a pescadores y visitantes, ya que necesitará 70.000 millones de litros de agua como mínimo.
Desde mediados de marzo, cuando se estima que empezará el llenado, hasta noviembre, es la época de sequía. Quizás tarde más de un año, teniendo en cuenta que los Valles están en una zona de muy bajo nivel de precipitaciones. Los dos aspectos que más pueden resentirse en este proceso son la fauna acuática y los cultivos que reciben del dique agua para riego. Es por eso que ya se diseñaron planes de contingencia en la Dirección de Flora y Fauna y en la Dirección de Recursos Humanos.
Daniel Manso, titular de Flora y Fauna, señaló que ante la posibilidad de que la gran mayoría de los peces que vivían en el lago se mueran o sobrevivan en los cauces de algún río, se remodeló la estación de piscicultura de El Mollar para trabajar intensamente en la cría de distintas especies que luego serán llevadas al dique cuando este recupere su nivel óptimo. "Sabemos que el impacto será muy fuerte, pero era una obra más que necesaria para el dique", apuntó.
Aníbal Comba, subdirector de Recursos Hídricos, sostuvo que era demasiado riesgoso tener un embalse con descargadores que no funcionen. "Estamos coordinando trabajos para que los agricultores de la zona de los Valles no se vean afectados durante la obra. Buscamos otras fuentes de agua para riego", explicó el funcionario, aunque dejó entrever que si el dique no se llena hasta el próximo verano podrían registrarse algunos inconvenientes en lo referente al abastecimiento de líquido para cultivos.
Atractivo turístico
Un dique se diseña para cumplir numerosas funciones. Sin embargo, el dique La Angostura es un caso único en el país. Casi no se usa para riego, no aporta agua para la potabilización y posterior distribución a la población, no genera energía eléctrica y no regula las crecientes (ya que no se producen muchas en los Valles). Como el proyecto inicial que se diseñó en la década del 70 nunca se concluyó, hoy la represa sólo se usa como un atractivo turístico.
Cuando se le consultó a Sirimaldi si se aprovecharía esta circunstancia para ampliar las funciones del dique descartó de plano esa posibilidad.
"Hace unos pocos años intentamos avanzar con la idea de construir usinas y generar energía eléctrica, pero la Nación rechazó la obra porque sostuvo que es muy baja la generación de energía que podría producir el dique y no se justificaba la inversión", detalló.
Esa desestimación para algunos expertos fue una lástima. El ingeniero Comba sostiene que el aprovechamiento hidroeléctrico permitiría muchos beneficios para las localidades turísticas de los Valles.
Las compuertas están trabadas, no rotas
Según fuentes de la Dirección Provincial del Agua, las válvulas y las compuertas no están rotas sino trabadas. Los voceros explicaron que la razón es que al menos durante 15 años no fueron movidas ya que no era necesario hacerlo. Agregaron que las reparaciones que se van a llevar a cabo implicarán el paso del uso de energía mecánica a hidráulica.
No hay fisuras en la estructura
"Ni el dique ni su muralla presentan fisuras", aclaró el ingeniero Juan Sirimaldi en respuesta a las versiones de supuestas fallas en la estructura. En los últimos días trascendió que incluso hay una causa judicial en contra de la Provincia por una grieta que habría dado lugar a una vertiente. Sin embargo, hasta ahora no pudo probarse este hecho. |
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