El norte de la provincia, afectado días atrás por el incremento del río Salado, se encuentra en mejores condiciones, aunque aún hay poblaciones cuyos caminos están anegados por la crecida.
En diálogo con Nuevo Diario, Raúl Miranda, comisionado de Santos Lugares, hizo un análisis de la situación. “El desborde del río está controlado en Santos Lugares y localidades aledañas. Sin embargo, las poblaciones de la margen del frente, en Jiménez, se encuentran aisladas porque muchos caminos están cortados debido a la crecida. Si bien la gente puede pasar caminando, no lo puede hacer con autos, porque el agua alcanza el metro”, señaló.
Durante los días de lluvia y la rápida crecida del Salado, dos bordos de la margen derecha se cortaron, lo que dejó los caminos intransitables.
Ayuda y necesidad
Realizaron un relevamiento, el comisionado y agentes sanitarios de Desarrollo Social, por las localidades San Gerónimo, Villa Nueva, Lomitas y otras, donde pudieron constatar la presencia de pobladores de edad avanzada, por lo que están tramitando la entrega de un bote a la zona, a fin de trasladarlos, sobre todo en casos de urgencia.
Por otro lado, contó que “aún quedan 2 familias evacuadas en Santos Lugares, que son de la localidad San Juan”.
Otro aspecto que resaltó Miranda, fue que muchos pobladores de la margen izquierda del río, al ver que éste crecía, llevaron sus vehículos a la margen del frente, para mantenerlos a salvo, “los llevaron a casas de conocidos y de seguro están bien cuidados. Eso es lo que tiene el interior”, refiriéndose a la solidaridad.
“En la zona de Hoyo Cerco, para acceder a la población se tiene que caminar cerca de 1 km., por el agua. Es el único camino de acceso, por lo que necesitan un bote”, añadió.
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