Con la bajante del cauce del río Salado en el norte de la provincia, lentamente se va normalizando la situación en las localidades y parajes donde días atrás fueron evacuadas varias familias ante el avance de las aguas.
De todos modos, unas cinco familias fueron evacuadas ayer desde sectores donde las aguas habían comenzado a generar bañados, aunque sólo por precaución y todos los habitantes asistidos se encuentran en buenas condiciones, según lo informó el jefe del Grupo Especial de Rescate de la Policía de la provincia, Juan Maresca.
“Por la mañana estuvimos trabajando con gente que vive en parajes del departamento Figueroa, cercanos al dique, donde el agua que había salido del cauce comenzó a formar esteros y estaban aisladas. En Totorillas evacuamos a tres familias y a dos en San Jorge. Todos fueron llevados hasta la escuela del lugar y se encuentran bien”, indicó.
Confirmó Maresca que a los vecinos se los proveyó de mercadería y se los ubicó en un lugar seguro, y que no corrían peligro las viviendas.
“El agua en algunos lugares estaban a diez metros de las casas y ya se habían construido bordos, por lo que la evacuación fue solamente preventiva, no corrían peligro los pobladores ni sus viviendas”, aseguró.
Respecto de la situación general en la zona, indicó que todo está volviendo a la normalidad con la bajante de las aguas, al igual que toda la zona ribereña hacia el sur del dique Figueroa.
“Desde Villa Matoque al sur todo está absolutamente normal. Las aguas bajaron y los pobladores están regresando a sus viviendas”, acentuó.
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