La ciudad de Boyacá es un caso crítico de la sequía que viven varias regiones de Colombia
Varios afluentes de esta ciudad de Boyacá están convertidos literalmente en ríos de piedras.
En carrotanques están llevando el agua a los barrios de esta pequeña ciudad boyacense y con solo 140, de los 340 litros que por segundo se requieren para abastecer a los 95 mil usuarios del área urbana, se está atendiendo a la población.
Fabiola Gómez, habitante del barrio Manzanares de Duitama, se la ha pasado este año de casa en casa de sus familiares para poderse bañar.
La situación se presenta porque desde el pasado primero de enero a la casa de ella, al igual que a la de unos 30 mil habitantes de este municipio boyacense no llega una sola gota de agua debido al fuerte verano que tiene varios de los afluentes de esta ciudad convertidos literalmente en ríos de piedras.
La situación, que no se presentaba desde 1990, es tan complicada que hasta para bañarse los dientes los habitantes de unos 12 barrios de esta pequeña ciudad, de 150 mil habitantes, tienen que utilizar bolsas de agua de las que venden en la tienda.
Doña Fabiola, como la conocen en el barrio, no contaba con que en los primeros 20 días del año tendría que gastar cerca de 130 mil pesos en bolsas de agua para preparar los alimentos de ella, su padre, su esposo y sus tres hijos porque por los grifos de la casa no sale ni aire.
"Son cinco bolsas de agua de cinco litros las que consumimos diarias para nuestra alimentación. Para lavar la ropa hemos tenido que cargar agua de un aljibe y reciclarla, para luego echársela al baño y 'mediotrapiar' la casa", explica esta administradora de empresas, de 33 años.
Fabiola agrega que solo hasta la tarde del martes llegó el primer carrotanque del que lograron recoger 5 mil litros de agua, pero que los del vehículo les advirtieron que la ahorraran al máximo porque hasta dentro de 15 días regresarían ya que casi la mitad de Duitama estaba en las mismas condiciones y que ellos no daban abasto a repartir agua entre las 5 de la mañana y las 11 de la noche.
Basta con darse una pasada por el río Surba que alimenta el 65 por ciento de la población urbana en Duitama (Boyacá) y que desde la semana pasada quedó convertido en un río de piedras.
Ni en Empoduitama, la empresa que maneja el acueducto en el área urbana de esa ciudad, saben qué va a pasar con el suministro del preciado líquido en los próximos días y por eso la Alcaldía municipal tuvo que declarar la situación de emergencia en esa localidad ubicada a 40 minutos de Tunja.
La situación es tan delicada que el propio Viceministerio de Aguas tuvo que intervenir y enviar dos carrotanques para que apoyen a los de bomberos y al batallón Silva
Plazas en el suministro diario de unos 500 mil litros de agua para los 12 barrios que "se están muriendo de sed".
"No podemos decir que a punta de carrotanques se pueda surtir de agua a una ciudad hasta abril y eso creo que las autoridades en Duitama lo tienen muy claro, sin embargo debemos adaptar acciones inmediatas mientras se terminan los estudios que estamos adelantando en conjunto con los gobiernos departamental y local para saber si es más conveniente abrir pozos profundos o construir una fuente alterna para solucionar definitivamente el problema", dijo José Edier Ballesteros, consultor de riesgo del viceministerio de Aguas.
El funcionario añadió que por número de habitantes, Duitama tiene el problema más grave de los 19 municipios que actualmente enfrentan racionamientos de agua en el país (ver recuadro), y que 200 municipios más se encuentran en peligro de desabastecimiento del preciado líquido a causa del fenómeno de 'El Niño'.
"Duitama tiene graves problemas de pérdidas de agua en sus redes de distribución y no cuenta con afluentes alternos o pozos profundos que puedan reemplazar el caudal del río Surba, situación que les genera la emergencia por la que actualmente atraviesan", explicó Ballesteros.
Agregó que la situación no es exclusiva de esa ciudad boyacense y que, como lo ha venido haciendo desde junio del 2009, el Ministerio insiste en que los alcaldes de todo el país actualicen sus planes de emergencia y contingencia ya que sólo así se pueden medir las condiciones de riesgo, buscar alternativas y tener un protocolo de actuación.
La situación tiende a empeorar en Duitama si se tiene en cuenta no solo el intenso verano sino que este lunes arrancan las clases en los diferentes planteles educativos en los que se tendrá que trabajar en jornada continua y con varias restricciones mientras se supera el impasse.
Manizales, con superávit de agua
Mientras en algunos municipios racionamientos, en Manizales el acueducto está en capacidad de suministrar tres veces más la demanda del líquido de la ciudad, que es de 900 litros por segundo en promedio.
Carlos Restrepo, encargado de cuencas hidrográficas de Aguas de Manizales, esto es el resultado de la protección de las zonas en las que el agua fluye a quebradas y ríos y alimenta las bocatomas del acueducto. Actualmente, el acueducto puede proveer 2.700 litros por segundo, pero sólo en algunos picos el consumo asciende a 1.200 litros por segundo.
Capitales sin riesgo, pero hay alerta en 110 municipios
En los primeros 20 días del año el clima seco no ha dado tregua en la mayoría del territorio colombiano y las alertas ante una eventual escasez de agua se mantienen para 110 municipios en el país, además de los 23 que, en la actualidad, están en pleno racionamiento.
El fenómeno de 'El Niño' se mantendrá hasta abril, según el Ideam, pero el abastecimiento del líquido para los grandes centros urbanos, como Bogotá, Medellín y Cali, está garantizado, pues cuentan con reservorios de agua, cuyos niveles están en capacidad de atender la demanda hasta que finalice la intensa temporada seca.
El Acueducto de Bogotá ha insistido en que la ciudad tiene agua suficiente "para siete meses más, sin que llueva una gota en ese periodo". Sin embargo, desde octubre del año pasado la capacidad total de los ocho embalses que abastecen a la capital colombiana están bajando. Pasaron de un 58,4 por ciento a un 48,5 por ciento, el pasado 8 de enero.
La situación no deja de ser menos crítica para los embalses utilizados para la generación de energía. Datos de la compañía XM, con corte al pasado 19 de enero, indican que el nivel promedio está en 61,04 por ciento, por debajo del 68,58 por ciento registrado el primero de diciembre del 2009.
Aún así, el plan implementado por el Ministerio de Minas y Energía para evitar problemas graves, dando prioridad a la generación de energía eléctrica a partir de otras fuentes diferentes a la hídrica (plantas térmicas), ha permitido que se garantice el suministro de energía. Se espera que esa medida continúe hasta que dure el fenómeno climático, lo que evitaría racionamientos.
La viceministra de Agua y Saneamiento, Leyla Rojas, reconoce que la situación desde que comenzó el 2010 ha sido difícil, en particular para las poblaciones que dependen del caudal del río Magdalena en la cuenca media y baja de ese afluente.
Los que ya tienen racionamiento
Atlántico: Manatí, Campo de la Cruz y Candelaria.
Bolívar: San Jacinto, Pinillos y San Juan Nepomuceno.
Cundinamarca: La Mesa, Villeta, Anapoima, La Palma, Paratebueno, Pulí, San Juan de Río Seco, Tibacuy, Vergara y Puerto Salgar.
Boyacá: Duitama.
Santander: Barichara.
Norte de Santander: La Playa de Belén. |
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