Santa Rosa de Calchines tiene dos puntos críticos en la ribera del arroyo Leyes. Uno, junto al mismo puente que atraviesa ese curso de agua, donde según alerta su presidente comunal Elbio José Yossen, es inminente una evacuación masiva. El otro, la Vuelta del Pirata, que por ahora no corre riesgos pero que está bastante comprometida con respecto a la defensa por falta de mantenimiento.
La población se encuentra ubicada a 45 km de la capital santafesina a la vera de la Ruta Provincial Nº 1 y tiene un vasto distrito, que en algunos sitios presenta puntos vulnerables como los mencionados previamente.
“Las defensas están con una cota de 7,20 metros aproximadamente, en relación al hidrómetro del Puerto de Santa Fe. Desde la comuna hablamos con Asuntos Hídricos, pero se trabaja 15 días antes, eso no es mantenimiento. El río nos dio un plazo de 10 años sin inundaciones y no fuimos capaces de reforzar las defensas. La Comuna trabaja siempre para mantenerlas limpias y no sufrir filtraciones en momentos de creciente”, se lamentó Yossen en declaraciones a El Litoral.
En ese sentido, Yossen contabiliza sólo un trabajo de la provincia en 2007, cuando se le hizo un cierre a la defensa al sur de la Vuelta del Pirata sobre el río Arroyo Leyes. “Desde acá pedí por favor continuar trabajando en el mantenimiento”, rogó el presidente comunal, pero no tuvo eco.
En Arroyo Leyes, a la vera del río, habitan unas 600 personas (unas 80 familias). En la Vuelta del Pirata, otras 1.200 personas, en este caso, con casas de fin de semana y familias que viven en ese lugar. En el primer caso, sabemos que son familias que están en una situación de riesgo.
“En 2007 los salvamos con una defensa que hizo la comuna con un río a 5,70 metros. Pero llegó a ese nivel de altura y bajó. Pero hoy tenemos casi la misma altura pero se advierte que a fin de mes llegaría a 5,70 metros. Pero lo que no entienden, una realidad que la dice un costero, porque tengo varias inundaciones encima, es cuánto llueve “adentro”.
“Estamos siguiendo el panorama de la Alta Cuenca del Paraná pero no tenemos en cuenta que en un día el río subió 8 centímetros con una lluvia de 80 mm. Llegan a precipitar unos 200 mm y nos mete los 20 ó 30 cm suficientes no sólo para inundar el Leyes, sino también la Vuelta del Pirata”, evaluó como consecuencia extrema.
Pero en su diagnóstico, la autoridad costera fue más allá y reflexionó: “Al menos todo el departamento Garay tiene un problema: cerrar los desagües que vuelcan hacia nuestros ríos o hacia el Paraná. ¿Qué pasa si llueve? No sale el agua. Entonces, nosotros ya tenemos trabajando una bomba de 1.200.000 litros en la Vuelta del Pirata y una de 500.000/h en el desagüe Malvinas en el pueblo. Nos quedan seis bombas más que están solicitadas a la provincia. En el momento que las necesite, preciso todas, porque cuando cierro un desagüe, clausuró todos”, explicó.
“Hay que buscar soluciones de fondo y cuando pasa una creciente, volver a pensar que vamos a tener otra a los seis meses”, advirtió el jefe comunal de Santa Rosa de Calchines.
“El río nos dio un plazo de 10 años sin inundaciones y no fuimos capaces de reforzar las defensas. La comuna trabaja siempre para mantenerlas limpias y no sufrir filtraciones en momentos de creciente”.

“Olvidémonos de las bolsas”
“Desde 1997 vengo peleando por el tema de las bolsas de arena y siempre ha sido tema de discusión con los funcionarios. Sostengo que las bolsas sirven para una emergencia, indudablemente, pero cuando pasa la creciente, tenemos que acordarnos hasta dónde hicimos (defensas) con bolsas y hacer una defensa consolidada como corresponde. Olvidémonos de las bolsas: primero, porque hacemos todo mal, apurados, gastamos el mismo dinero o más que una buena defensa que además de no generar problemas a las comunas y municipios, resguarda a los pobladores”.
“Debemos consolidar defensas, no olvidarnos. Si tuvimos 10 años para pensar, ¿por qué tenemos que andar de nuevo con las bolsas? Pensemos una vez en serio. No gastemos lo que no tenemos que gastar. ¿De dónde sacamos tierra hoy?”, se preguntó Yossen.
“Por más que tuviésemos el dinero, hoy en Santa Rosa de Calchines no hay un lugar de dónde extraer tierra. Por suerte, Vialidad rompió una banquina del lado oeste de la Ruta Nº 1 y eso nos permitirá tener un poco de tierra. Pero tampoco tenemos por qué romper una banquina y andar apurados. Hay que buscar soluciones de fondo y cuando pasa una creciente, volver a pensar que vamos a tener otra a los seis meses. Con las herramientas adecuadas, en cuatro o seis meses, consolidamos la defensa, le damos la altura y el mantenimiento”, señaló convencido.

¿Una costanera?
La Comuna de Santa Rosa de Calchines ha elevado proyectos a gobiernos anteriores para la construcción de una costanera al este del pueblo, con el fin de proteger de manera más sólida a sus vecinos. En tiempos de sequía, mediante un dragado se podría aumentar el calado del río, con el objetivo de mejorar la navegación. Una solución con múltiples beneficios: protección contra inundaciones, beneficio para los trabajadores del río, fomento del turismo. “Hacemos una defensa para la vida y Santa Rosa no corre más riesgos”, dijo Yossen.