El barrio Planta de Gas fue el primero en recibir hace algunos años atrás las bondades de las obras del Programa de Mejoramiento Barrial, ProMeBa, sin embargo por estas horas el escenario ha cambiado, el canal a cielo abierto que acompaña casi diez cuadras del sector se encuentra invadido por residuos y preocupa a los vecinos por los efectos que provoca en el ambiente.
El panorama es desalentador, aquellas millonarias inversiones del pasado se fueron desluciendo con el paso del tiempo, el descuido de algunos, la falta de atención de otros y la desidia de muchos de los propios vecinos, dieron como resultado la acumulación de basura.
El famoso canal a cielo abierto, cementado desde el Parque Laguna Chiquichano, y hasta el horizonte del barrio Planta de Gas, se ha convertido hoy en un peligroso foco infeccioso, que además de recibir basura constantemente, de vez en cuando también recibe las aguas fétidas de una planta de pescado que se encuentra en las adyacencias del barrio en el Parque Industrial Liviano de Trelew.
Todas estas situaciones son reveladas por los propios vecinos del barrio que, aún en contra del accionar de muchos otros que también viven en ese sector, denuncian el arrojo permanente de basura al canal, como así también en las propias calles y veredas, aquellas que tanto dinero costó construir.
El parque antes lleno de árboles y vida, fue mutando merced a la aparición de Olmos que han crecido en toda su extensión en forma silvestre y caprichosa, desterrando las otras especies, rodeados de yuyos y moscas, que han hecho imposible la permanencia de chicos en el lugar.
Un barrio populoso
Según un relevamiento realizado para las últimas elecciones vecinales alrededor de 5000 personas viven en el barrio Planta de Gas, acaso uno de los más populosos de Trelew. Desde hace pocos meses Elvira Quiñemil de Torres es la nueva presidenta del barrio, pero esta madre de ocho hijos no es nueva en la lucha barrial: en el período anterior era la vicepresidenta de la vecinal.
Al hacer referencia a lo que sucede en su barrio, a las preocupaciones que tienen con amargura Elvira cuenta en diálogo con El Diario que “veo lo que ha quedado todo destruido, esta avenida que tan linda había quedado ahora está en un estado deplorable, llena de olmos”.
Relata lo que a simple vista se ve, que “el canal está todo sucio, sobre el último puente está lleno de basura, hay basurales en la zona de la loma que se empezaron a hacer el año pasado y este año está todo igual, lleno de basura por todos lados”.
Un foco infeccioso
Sobre las gestiones que el año pasado y en la actualidad se han realizado para revertir la contaminación que existe en el barrio, Elvira explica que “hemos avisado a Medio Ambiente, pero todo sigue igual. El año pasado tuvimos una reunión con ellos acá en la sede vecinal, pero no logramos que los vecinos vayan, no sabemos como hacer para que se interesen en lo que nos pasa”.
“El canal es un foco infeccioso que tenemos en el medio del barrio. Ahora en el verano tenemos muchos chicos con diarrea, fiebre, vómitos, todo es producto de lo que vivimos a diario con este canal que se llena de la basura que tira la misma gente”, cuenta la vecinalista.
Elvira intenta contar la falta de entendimiento de algunos vecinos al decir que “la basura está en las calles y en el canal, pero los vecinos no toman conciencia de lo que sucede. Yo les digo que si van a tirar la basura a cien metros de sus casas, sigue siendo el lugar a donde ellos viven, pero no lo ven siguen contaminando el ambiente”.
Por si la falta de conciencia y educación de la propia gente del barrio no fueran suficientes problemas a la hora de enfrentar la podredumbre del mencionado canal, los vecinos suman otra denuncia: aguas fétidas de una pesquera del Parque Industrial Liviano de Trelew serían volcadas en el canal que atraviesa el barrio.
“Yo también vivo acá y la verdad es que hay temporadas que a la noche no se puede dormir del olor a pescado podrido que hay. El olor se mete por todos lados y descompone”, asegura la mujer.
Y otra vez recorren el camino que creen necesario para revertir este tipo de situaciones. Elvira dice que “avisamos en Medio Ambiente y ellos nos dijeron que vinieron a ver que pasaba, pero no sabemos si pudieron constatar lo que pasa con la pesquera o si los pudieron ver volcando el agua sucia de los pescados en el canal”.
Como si hiciera falta al ver el estado del agua del canal, la vecinalista relata que “el olor y las moscas nos vuelven locos, no podemos salir al patio a tomar unos mates, porque las moscas están amontonadas. Esto yo lo he explicado en medio ambiente, supuestamente el viernes iban a fumigar, pero no me consta que lo hayan hecho”.
Sin control ambiental
Por si la basura no fuera suficiente en la margen norte del barrio hace varios meses unas doscientas casillas poblaron las lomas. “El asentamiento del otro lado del barrio también nos complica el panorama ambiental, porque la gente en las casillas no tienen baños, no tienen cloacas y la verdad nos amarga porque nosotros luchamos mucho en este barrio para que las casas tengan baños, lo que llegó con el Promeba”, explica Elvira.
Sobre la reacción de los vecinos del lugar con respecto a la basura, dice con resignación que “si nosotros les ponemos un contenedor, al día siguiente por ahí lo quemaron. Los propios vecinos no toman conciencia y no cuidan nada de lo que nosotros podemos hacer”.
En el barrio la basura crece como las plantas, muchas familias sin trabajo aprovechan la cercanía con el basural para ir a buscar materiales que puedan usar o revender. Pero luego lo que traen lo clasifican en el barrio y lo que no les sirve lo arrojan al canal. Ratas, moscas, mosquitos y enfermedades se acumulan en torno a las laderas de las lomas a metros de las viviendas. “Hace falta enseñarles a los vecinos que esto tiene que cambiar, tenemos que hacer campañas, algo, así no podemos seguir viviendo”, finaliza diciendo Elvira Quiñemil.
Buscando soluciones
A la hora de las prioridades tanto Elvira como Sonia Nahuel, quien trabaja en la Biblioteca del barrio y además es colaboradora de la vecinal, dicen sin pensarlo mucho que “la basura, la limpieza del canal y trabajo”.
Ambas cuentan que “hay muchas familias que no tienen trabajo y nos falta atención a los jóvenes, que están a las dos o tres de la mañana en la calle, no tienen nada para hacer, no sabemos como contenerlos”.
Sonia agrega que “el gran problema es que los chicos estudiaron y quieren trabajar y no les dan trabajo porque no tienen experiencia. Y siempre terminan en la calle haciendo líos, sin tener algo productivo para hacer”.
Sin embargo el dato positivo de los cambios que ha sufrido el barrio lo da la educación de los chicos y jóvenes. Con una escuela primaria y una escuela secundaria, cada vez son más los chicos que logran terminar sus estudios en ambos niveles. “Antes la mayoría llegaba hasta séptimo y listo, ahora esa mayoría termina la escuela llega a recibirse en la escuela secundaria”, dijeron ambas mujeres.
Foto - Archivo - Programa InfoAgua |
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