En algunos sectores del barrio Esperanza, los vecinos manifestaron su inquietud por el colapso de cloacas y la llegada del agua servida a las calles. El comedor comunitario de la zona ya no permite que los niños coman en su interior por los olores y sus dirigentes registraron casos de problemas respiratorios y de piel.
Los vecinos del barrio Esperanza afirmaron que desde hace tres semanas conviven con la problemática de los desagües sanitarios, sin obtener respuesta alguna de la empresa encargada de limpiar las cloacas. “Llamamos todos los días desde que comenzó el año y todavía no vienen”, afirmó un residente de la barriada.
“A la salita de primeros auxilios de la zona van muchos niños con problemas respiratorios y con granos, los médicos dicen que es por el agua”, comentó a El Litoral el vecino. “El problema es que en la salita no tienen remedios comunes, mucho menos para ayudar a estos niños”, comentó.
Los sectores más perjudicados son las zonas de las 91 Viviendas en las manzanas K y M y también en las 70 Viviendas. Algunos vecinos comentaron a El Litoral que el agua de las cloacas ingresó a sus hogares y que no tienen forma de evitarlo.
La situación más crítica se vive en el Comedor 68, donde debieron cambiar la modalidad por los malos olores, en vez de que los niños coman dentro, ahora los encargados empaquetan la comida y los niños se alimentan en sus casas.
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