Cansados de pasar el día y la noche sin agua, vecinos del sector La Estrella cortaron la calle Novella al 2.800 y tomaron un colectivo de la empresa Indalo y una camioneta del Ente Provincial de Agua y Saneamiento (EPAS). "La situación es desesperante", sostuvieron.
Las medidas de fuerza comenzaron cerca de las 21 del martes y se prolongaron hasta ayer al mediodía. En el interín, algunas familias mantuvieron una reunión con funcionarios del organismo provincial en la Gerencia de Servicios Neuquén para destrabar el conflicto.
Al término de la reunión, acordaron liberar la camioneta del ente que reparte cloro en los bombeos y el colectivo a cambio de que el EPAS solucionara el inconveniente en la jornada. De acuerdo a lo pautado, cerca de las 13 los vecinos levantaron la medida de fuerza y un gabinete hidráulico del EPAS se acercó hasta la zona para chequear la presión de agua.
Desde el organismo se informó que se trabajaba para regularizar las válvulas y normalizar así la situación de aquellos vecinos que no tenían presión. En el lugar constataron que había sectores servidos por el organismo provincial y otros conectados a la red de forma clandestina.
"La merma de agua tiene mucho que ver con esto. Por eso se les pidió que trabajen en la mensura de sus terrenos a fin de regularizar el servicio", indicó el EPAS. Esta situación, no obstante, fue refutada por algunos vecinos que mostraron sus facturas para probar que pagaban el agua.
La protesta también convocó a vecinos de Monte Sinaí y Rincón del Valle, zonas aledañas a La Estrella. Desde hace un mes que no tenían agua. Pendientes de la canilla, del agua que no baja, de un tanque que está seco, es que decidieron tomar esta medida para precipitar una respuesta inmediata. "Necesitábamos una solución, no se puede vivir sin agua", afirmaron.
El chofer de Indalo, que aguardaba una definición al conflicto en el interior de la unidad, reconoció que el reclamo es "entendible" y que la medida fue "pacífica". Mientras se esperaba una respuesta, algunos vecinos demostraron que por sus cañerías no corría una gota de agua.
No obstante, hacia la tarde, después de los trabajos que realizó el EPAS, Cristina Escobar, una vecina del sector La Estrella, aseguró que el agua comenzó a fluir en algunos hogares. "Creemos que para mañana -por hoy- el problema va a estar totalmente resuelto", dijo.
El resultado fue una bocanada de aire fresco para familias que, a falta del vital líquido, recurrieron a familiares y allegados para suplir esta carencia. Un camión del municipio realiza la entrega correspondiente. Pero los vecinos sostienen que el agua no es apta para consumo.
Jéssica Ramírez, mamá de una niña de un año y medio, comentó que tuvo que mudarse provisoriamente a la casa de su madre en el barrio Patagonia porque tiene a su hija con gastroenteritis. "El agua no es recomendable para consumo humano. De lo contrario no nos dirían que le pongamos lavandina o que la hirvamos en caso de usarla con este objetivo", advirtió.
Escobar, por su parte, observó que el agua que se distribuye en un camión cisterna generalmente se utiliza para la limpieza personal y de la casa. "No queremos correr el riesgo de tomarla porque ya hubo casos de criaturas enfermas, con vómitos y diarrea".
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