La realidad que vive el cauce del río Salado en nuestra región, es un dato no menor y las autoridades provinciales deberían tomar nota y adoptarlo como un tema prioritario y urgente. La propia Sociedad Rural ha expuesto recientemente al Intendente Hugo Oreja, la inquietud que aguas arriba el Salado tiene mucho caudal que pasará por Roque Pérez.
Los trabajos de limpieza y profundización están paralizados, y puntualmente se hace necesaria la intervención de las maquinarias en la etapa que contempla tareas desde el arroyo Los Poronguitos, partido de General Belgrano, hasta la laguna Las Flores Grandes, en el límite con Roque Pérez, que son 111 kilómetros.
A entender de muchos productores y de quienes conocen el tema hidráulico, esta concreción sería un adelanto muy importante. Es poco probable que se reanuden los movimientos de maquinarias, aún cuando en junio de 2008 fuera anunciado por la Presidente de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, expresando que iba a licitar la tercera etapa del primer tramo, en presencia del Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli.
Vale recordar que el Plan Maestro Hídrico está dividido en tres tramos (bajo, medio y alto). En la cuenca alta se hicieron tareas, en la media -que termina en Las Flores Grandes, donde está comprendido Roque Pérez y otros distritos vecinos-, prácticamente nada se ha hecho hasta el momento. Y en la baja se hizo la primera y segunda etapa, ésta última de unos 40 kilómetros aproximadamente.
La preocupación de las sociedades rurales de los distritos por donde pasa el río Salado, se está evidenciando ante la proximidad de un otoño lluvioso, y que el cauce en esta zona se constituye como un "cuello de botella" al haber trabajos realizados en la cuenca superior y algunas etapas de la media.
Será hora de no esperar que llegue el agua, con las consecuencias que el productor ha soportado durante años, y se prevean acciones desde las entidades rurales y municipios, quienes deberán comenzar con los requerimientos que razonablemente tienen como derecho, ante las autoridades provinciales y nacionales.
Las promesas del Gobierno Nacional no se cumplieron, los perjudicados directos, que sufren pérdidas millonarias, deben hacer oír sus justos reclamos. El tiempo que se ha perdido es irrecuperable, la intensa sequía del año anterior no sólo pudo ser aprovechada desde lo operativo sino desde lo técnico, en el ahorro de recursos. Las características climáticas son cíclicas, y lamentablemente no fueron aprovechadas.
De haberse licitado en tiempo y forma, como se prometió, el avance de obra hubiera sido importante y beneficioso, ofreciendo -seguramente- un panorama diferente al que se observa hoy, donde en pleno verano el cauce del río está muy crecido y las noticias indican que de la cuenca alta llegará bastante caudal de agua.
La respuesta de los gobiernos Nacional y Provincial no llegó a tiempo. Sólo hubo promesas.
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