El mal clima en Cusco impidió que los helicópteros destinados a las tareas de rescate pudieran operar por la mañana en Aguas Calientes, donde se encuentra la mayoría de los varados que hacían el Camino del Inca. Por eso, durante la tarde de ayer sólo 120 de los 700 argentinos fueron evacuados del paseo arqueológico. Desde la embajada argentina en Perú reconocen que recién mañana podrían terminar de sacar a los turistas, que se quejan porque la comida y el agua escasean. Mientras tanto, Romina Campos, la amiga de la chica que murió el martes a la madrugada por un desprendimiento de piedras mientras dormía, llegará hoy desde Lima para reencontrarse con su familia. El cuerpo de Lucía Ramallo Sarlo, de 24 años, llegaría a La Plata recién mañana.Hasta las 18 de ayer, hora en que las tareas de rescate se suspendieron, eran 1.950 los turistas varados. De ese total, según datos oficiales, 480 argentinos siguen en Aguas Calientes y unos 80 están en las ruinas, alojados gratis en el Machu Picchu Santory Lodge, un hotel regenteado por un argentino que desde el primer momento colaboró con los damnificados.
Como amaneció nublado, los diez helicópteros pudieron comenzar a sacar a los varados después del mediodía, cuando la visibilidad mejoró. La premisa fue la misma de ayer: tienen prioridad los mayores de 60 años y los menores de 13 junto a sus madres, además de embarazadas y enfermos. "Observamos que los que cumplían con esas condiciones no subían a los helicópteros. Así que junto con el Ejército revisamos pasaportes para controlar si la gente que sube cumple con los requisitos", explicó a Clarín Daniel Daguerre (55), turista de Chascomús varado en Aguas Calientes. "Calculábamos que mañana (por hoy) estarían terminando de evacuar a la gente de la zona. Pero el clima impidió que a primera hora se pueda establecer el puente aéreo Aguas Calientes–Cusco, que es donde está el grueso de gente y se demoró todo. Creemos que recién mañana los argentinos llegarán a Cusco", explicó Leandro Fernández Suárez, consejero de la embajada argentina en Perú.
El funcionario agregó que tanto su entidad como el consulado en Lima están en permanente contacto con algunos de los argentinos varados. "Salvo el caso de la chica fallecida y el de su amiga, que resultó herida, no tenemos registros de argentinos enfermos o lastimados", aseguró Fernández Suárez.Lucía Ramallo Sarlo es la joven que murió en la madrugada del martes por un desplazamiento de piedras mientras dormía en su carpa. Sus restos serían repatriados mañana. Romina Campos era su amiga y compañera de viaje. Sufrió un corte en la cabeza pero está fuera de peligro y su llegada a Buenos Aires está prevista para las primeras horas de hoy.
Mientras tanto, en Cusco la gente acampa donde puede: en la plaza, dentro de la estación de tren, en la comisaría o en la Casa de la Cultura del lugar. Les reparten una vianda al mediodía y otra a la noche. Las quejas de los argentinos varados no se hicieron esperar: dicen que el reparto de agua no es suficiente y que no les informan cuándo podrán ser trasladados.
"Tienen que esperar. Los jóvenes serán los últimos porque así lo dispuso el gobierno peruano. Sabemos que están contenidos y nuestra embajada dispuso la compra de alimentos que serán distribuidos en Aguas Calientes", dijo el embajador Darío Alessandro.
Otro reclamo de los varados tiene que ver con el alojamiento. Denuncian que algunos pobladores se aprovechan de la situación y encarecen el precio del hospedaje y de la comida en Aguas Calientes. "El valor de los hoteles no bajó, sino todo lo contrario. Para los mochileros es un gasto que no tenían contemplado", revela Daguerre. Pasar una noche en un hostal de Aguas Calientes cuesta entre 20 y 25 soles, lo que equivale a 9 dólares.
Durante el lunes llovió sobre la zona de Cusco y eso provocó el desborde del río Vilcanota y un alud que provocó la muerte de diez personas y el derrumbe de casas. Las autoridades ordenaron el cierre inmediato de Machu Picchu y los tramos del Camino del Inca para su reconstrucción. Todos los accesos al lugar aún están bloqueados.