Comerciantes, hoteleros y gastronómicos de la ciudad de Capilla del Monte manifestaron su malestar porque aseguran que debido a los cortes en el suministro de agua que sufren desde hace semanas, la actividad turística está resentida.
“Si no solucionamos el tema tenemos que dar por terminada la temporada la semana que viene. No es posible trabajar así”, reclamó el propietario de un restaurante ubicado en la avenida principal.
Los vecinos de la ciudad del valle de Punilla reciben agua en un promedio de cuatro horas diarias y aunque quedan exceptuados los locales ubicados en la zona céntrica, en el resto de la población la irrupción impactó negativamente en cuanto a la recepción de visitantes. Quienes reclaman consideran que se trata de una de las peores temporadas y que “los turistas lógicamente no van a ir a donde no tienen agua”.
En tanto, las autoridades reconocen que afecta a la ciudad una de las peores sequías de los últimos tiempos; no se registraban tan pocas lluvias desde el año 1917. En Capilla del Monte la situación es crítica ya que el dique Los Alazanes, de donde se abastece dos terceras partes de la población, registra una bajante importante debido a la escasez de precipitaciones.
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