Aunque la carga contaminante que cae a los siete ríos de la capital del Valle se disminuyó el año pasado, aún es preocupante el estado de afluentes como el Cañaveralejo, Cali y Cauca.
Esa es una de las principales conclusiones de los resultados de la Gestión del Recurso Hídrico en Cali, que entregó ayer el Departamento de Gestión Ambiental, Dagma.
Según Yolanda Otero, química de la entidad, “el Dagma ha desarrollado muchas acciones para recuperar los ríos, pero aún es necesaria una cultura ambiental de los ciudadanos para que no los sigan contaminando, porque de nada servirán nuestros trabajos”.
En el evento también se presentaron los resultados del monitoreo de calidad de agua que hizo la entidad en los siete ríos de la ciudad.
Según este reciente estudio, los afluentes de la capital del Valle cuentan con una calidad buena o regular en el perímetro urbano, sin embargo, en su desembocadura los niveles de contaminación se disparan y la calidad del agua se reduce en grandes proporciones |
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