Todos en Guachipas esperaban que la tarde refrescara con el tibio chaparrón que cayó. Pero al cabo de algunos segundos de silencio ensordecedor, un estruendo sacudió a esta localidad vallista e inundó en pocos minutos el tranquilo pueblo.
El arroyo Las Lomas bajó embravecido por el canal de desagüe que parte en dos al pueblo, ubicado a 90 kilómetros al sur de la capital salteña.
La fuerte correntada del aluvión arrastró sedimento y piedras en su trayecto este-oeste desde su naciente, varios kilómetros en lo profundo de la cañada de finca La Florida
Las viviendas de los barrios San Nicolás y la Inmaculada Concepción como así también la zona céntrica fueron los más afectados. Los enormes paredones levantados por algunos vecinos, para evitar anegamientos del arroyo, perjudicaron a otros
Este fenómeno, pese a causar daños materiales, no representó mayor peligro para los guachipeños que anonadados observaban como la estruendosa riada pasaba ante sus ojos, llevándose todo por delante.
“Estaba tomando mate cundo me avisaron que un río estaba pasando por el frente de mi casa. El arroyo cuando traía mucha agua, anegaba las calles, pero no como en esta oportunidad. Se metió por todos lados” relató a El Tribuno María Vargas de Lamas, vecina del barrio Inmaculada Concepción.
Este sector fue uno de los que más sufrió el aluvión.
Televisores, heladeras y cuanto elemento electrodoméstico que poseían los residentes del lugar quedaron inutilizados. Algunos vehículos permanecieron empantanados por varias horas, debido al lodo acumulado.
“Hace unos años ocurrió lo mismo, pero en aquella ocasión permitió que otros vecinos tomaran sus recaudos de levantar tapias como barreras naturales que frenen una posible crecida del arroyo. Esta vez los damnificados no levantaron tapias. Aún así el agua y el barro se metió por todas partes”, graficó Oriana López, una de las jóvenes que alcanzó a filmar y fotografiar el fenómeno. La Municipalidad dispuso la utilización de máquinas pesadas para frenar la embestida del arroyo Las Lomas. Apenas menguó el torrente, una niveladora intento sacar el lodo de algunas calles pero la tarea era casi imposible.
En varias oportunidades quedó varada casi a punto de sucumbir en medio del lodazal.
“Controlamos la situación con mucho esfuerzo. Sólo hubo daños materiales y no humanos. No se evacuó a nadie, aunque algunos vecinos sufrieron daños irreparables en sus bienes”, explicó Federico Benavides, secretario de Gobierno de Guachipas.
El funcionario señaló que se llevaron a cabo trabajos en sectores como el Chañaral y Molinos, que amenazaban en forma constante al pueblo.
“Si analizamos en frío la situación, debemos ser conscientes de cuan cerca Guachipas quedó de terminar aislado y tapado por un alud de barro y piedras”, graficó Benavides.
“El único arroyo que cada tanto baja con fuerza es el de Las Lomas, que llega desde finca La Florida. Al cruzar el pueblo es encauzado entre los paredones. Pero esta vez bajó crecido y muy brioso”, agregó.
Para la gente, las tormentas pronosticadas presagian nuevos anegamientos, teniendo en cuenta como está emplazado el caserío de Guachipas en una especie de olla, cercada por el río homónimo, afluente natural del dique Cabra Corral.
Pronóstico del tiempo para Salta
Luego de una breve temporada de temperaturas llamativamente más bajas que en el resto del país, se pronosticaron algunas tormentas para Salta. Así lo adelantó el titular de Meteorología del INTA, Ignacio Nievas, quien también destacó que “tuvimos un ciclo atípico, con una temperatura que rondó en 8 grados menos que en el resto del país. Por ejemplo, el miércoles estaba monitoreando el tiempo de las primeras horas de la mañana y a esa hora en Capital Federal hacía 31 grados y acá estábamos muy por debajo. Es poco frecuente que Tartagal tuviera una temperatura menor que la Patagonia. Pero ahora la situación está cambiando y llegarán vientos del sudeste que provocarán aumentos en la temperaturas máximas y mínimas, reduciendo el índice de confort”.
Esta situación particular del clima en nuestra región hizo que los niveles medios y altos de la atmósfera tengan circulación de vientos con nubosidad que provocaron precipitaciones. Esas lluvias se tradujeron sobre la precordillera y cordillera en neviscas que son visibles sobre picos que están a más de 4.000 metros, y se pueden ver desde la ciudad capital. Según indica el meteorólogo del INTA Ignacio Nievas, el cambio de temperatura media se prolongará hasta el próximo miércoles. “Los días que vendrán tendrán la característica de ser cálidos y húmedos, con precipitaciones en las sierras”. |
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