Vivir con 50 grados de sensación térmica requirió una rápida adaptación de los bahienses, que ya venían sometidos a altas temperaturas durante todo enero. El miércoles pasado, la sensación térmica había llegado a los 49 grados y ya se convertía en un ensayo para el día siguiente.
La gente apeló a todos los recursos disponibles para hidratarse y escapar de los rayos del sol. Entre las 15 y las 18 , la ciudad se vio despoblada; sólo circularon quienes tenían algún trámite u obligación. Los más beneficiados fueron los que cuentan con piletas de natación, aunque Bahía Blanca está viviendo en este verano una de las peores crisis por la escasez de agua, lo que ha llevado a restringir el uso de piscinas.
El termómetro marcó ayer 40°2 de máxima, y en ese instante, por la relación entre el viento y la humedad, la sensación térmica llegó a los 50 grados.
Las consecuencias inmediatas fueron los cortes de electricidad en varios barrios, por exceso de consumo; el estallido de algunos transformadores en las cámaras eléctricas y largas esperas de la reposición del servicio por parte de los sufridos usuarios.
Sin embargo, se reportaron pocos casos de personas que hubieran padecido las consecuencias de una deshidratación o golpe de calor. En tal sentido, una buena campaña de difusión ayudó a afrontar la ola de calor. Ya es habitual ver circular a los bahienses con una botella de agua o bebidas hidratantes, una de las consecuencias del fenómeno meteorológico que se vive en esta región sudoeste de la provincia de Buenos Aires, castigada por una sequía que ya lleva cuatro años.
Nubes de tierra
Una de las consecuencias de la sequía son las constantes nubes de tierra que se forman en la zona del partido de Patagones, que convierten el día en noche. A las 18 de ayer, el comité de emergencia de Patagones declaró la alerta roja, que implicó el cierre de la ruta 3 y la recomendación de evitar cualquier circulación hasta tanto se superara la contingencia.
Se recomendaba a los automovilistas ingresar en los pueblos aledaños a la ruta para evitar accidentes. La temperatura disminuyó allí de 33 a 23 grados tras el paso de una tormenta.
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