Las fuertes lluvias e inundaciones que dejaron en las últimas semanas unos 10 muertos y 22 mil familias afectadas en cinco de los nueve departamentos bolivianos llevaron al gobierno de Evo Morales a decretar la “emergencia nacional”, lo que permitirá desbloquear rápidamente la ayuda para los damnificados.
“Se declara situación de emergencia de carácter nacional en todo el territorio del Estado Plurinacional de Bolivia, debido a los efectos adversos de inundaciones, riadas, granizadas, deslizamientos y desbordes de ríos que se vienen suscitando en el país”, indicó un decreto aprobado por el presidente Evo Morales y su gabinete de ministros. La emergencia nacional se aplicará con énfasis en las regiones más afectadas por las lluvias e inundaciones: La Paz (oeste), Santa Cruz (este), Cochabamba (centro), Chuquisaca (sureste) y Beni (noreste).
La declaratoria de emergencia implica la movilización de personal adicional de Defensa Civil y militares, la asignación extraordinaria de recursos económicos estatales y la obtención de financiamiento de países y organismos internacionales para enfrentar los desastres climáticos.
El Poder Ejecutivo también “autoriza la exención del pago total de los tributos de importación a las donaciones destinadas a la atención de la emergencia declarada, a favor del Ministerio de Defensa”.
Cerca de 40% del total de familias afectadas se encuentran en la fértil región de los llanos de Santa Cruz. De acuerdo con los pronósticos, las lluvias continuarán durante el mes de febrero.
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