La manifestación vecinal realizada en la noche del jueves último, frente al Palacio Municipal, evidenció que la emergencia hídrica es un tema que no sólo no debe perder espacios de discusión, sino que amerita estar en un lugar prioritario en la agenda política.
Por tal razón, concejales de distintos partidos dieron su opinión sobre una problemática que parece extenderse en el quehacer diario de los bahienses.
Por un lado, los representantes del arco opositor hicieron hincapié en la falta de previsión por parte de ABSA y criticaron la no intervención de la Autoridad del Agua (ADA), mientras que, desde el oficialismo, el panorama se observa con mayor optimismo, a partir de las obras que se han encarado por parte de la empresa prestataria y de la Provincia.
El edil radical Roberto Ursino es uno de quienes sostienen que en el tema hay mucha imprevisión.
"Un día se dice una cosa y al otro se cambia la versión. No hay definiciones para un tema tan importante y terminamos esperando que llueva. Hay que tomar un plan definitivo y, en esa impronta, creo que podría estudiarse la construcción de un embalse en puente Canesa y la utilización del acuífero profundo. Eso sí, cualquiera de estas propuestas no se puede ejecutar sin inversión", destacó.
Asimismo, opinó que la ADA debe decir cuáles son las obras necesarias para dotar de suficiente cantidad de agua a Bahía Blanca.
"La Autoridad del Agua está ausente y, si no tiene capacidad para tomar decisiones, debería recurrir a las universidades de nuestra ciudad, donde hay profesionales que han estudiado en extenso el tema.
"De todas formas, considero que lo que se debe hacer son obras que no se ven, pero que ayudarían a mejorar la calidad de vida de la gente", enfatizó.
El concejal de Integración Ciudadana Raúl Woscoff consideró insuficiente el nivel de respuesta dado por ABSA, el OCABA y el municipio, frente a la crisis.
"El grado de desarrollo de las sociedades se mide por el nivel y calidad del agua que consume y, desde el CD, hemos advertido las deficiencias.
"Si bien nuestra competencia es limitada, desde nuestro bloque creamos una pequeña red para acompañar a los vecinos que tienen reclamos urgentes y nos hemos conectado con niveles intermedios de ABSA, para brindarles una respuesta", señaló el edil.
Para Woscoff, uno de los principales inconvenientes para salir de la crisis es la inexistencia de un comité de crisis que ayude a definir, exija e informe acerca de las obras prioritarias y las medidas paliativas.
"No está centralizada la reacción a nivel local, mediante un comité de crisis. El problema es que el Ejecutivo municipal, y el oficialismo en general, intenta actuar al ritmo que le marcan la Provincia y, eventualmente, ABSA. La dirección local de la prestataria es técnica y no política, lo que deriva en dificultades a la hora de obtener una contestación.
"Esto está llegando a un punto en el que puede judicializarse el conflicto, en la medida en que distintos grupos en la ciudad están advirtiendo incapacidad en las respuestas", advirtió.
Desde Unión Pro, Julián Lemos dijo que la falta total de previsión e inversión, por parte de ABSA, en las redes de distribución de agua, hace que el escaso recurso se malgaste por las importantes pérdidas en las cañerías.
"La cantidad de agua que se pierde no la conocemos, porque son datos que se esconden, que no se dicen", enfatizó.
"Estamos sumamente preocupados por esta cuestión. La crisis la experimento a diario, porque vivo en el barrio Universitario. Esto es consecuencia de la falta de planificación y de la no aplicación de la ciencia y la técnica como herramientas para resolver los problemas de la sociedad", indicó.
Consideró, además, que, prioritariamente, deben mejorarse las cañerías, para que resistan niveles de presión suficientes que permitan que el agua llegue a todo el ejido urbano.
"Tenemos falta de previsión para mejorar el acopio de agua y falta de inversión para que ese recurso sea cuidado al momento de distribuirlo", resumió.
Finalmente, sostuvo que la política de conservación del recurso debería traducirse en precios escalonados, según el nivel de consumo.
Elisa Quartucci, del bloque 8 de Septiembre-Gen Radical, estimó que no se sabe bien hacia dónde va ABSA con su plan de obras y anuncios.
"Se habla de muchas obras, pero luego se retrasan o quedan en un segundo o tercer planos. Además, se intenta tapar la falta de soluciones de fondo con planteos diarios sin sustento.
"Está claro que la Provincia no ha sido previsora en cuanto al recurso de agua para la ciudad y, si bien trabajó durante los últimos dos o tres meses, a partir de los pozos del Bajo San José, lejos se está de encontrar una solución.
"En verdad, uno no ve voluntad en la Provincia para resolver las cuestiones, cuando las obras para el barrio Universitario siguen inconclusas", destacó.
Optimismo oficialista
El concejal justicialista Guillermo Quevedo dijo que, si los técnicos de ABSA y del ADA han determinado que los pozos en el Bajo San José son la opción más adecuada para atender la urgencia, ese es el camino correcto.
"Lo que se debe mirar es la solución y no las razones por las que se produjo la crisis. Quizás el hecho de haber padecido una de las peores sequías de los últimos 50 años generó una manifestación mucho más rápida y crítica de la condición de recurso agotable del agua, no sólo en nuestro medio, sino en todo el mundo, donde, cada vez más, se hace hincapié en la forma de acopio del líquido elemento", señaló.
Ante esta necesidad, dijo que, independientemente del ahorro que pueda generar la concientización de los usuarios, es imprescindible contar con fuentes alternativas al dique Paso de las Piedras, "que fue construido para una cierta cantidad de habitantes y se encuentra desbordado por la demanda.
"El requerimiento de agua al dique ha aumentado y, por lo tanto, hay que elegir nuevas fuentes de abastecimiento. A eso se han abocado ABSA y el ADA. Los pozos del Bajo San José son un ejemplo de esto", destacó.
El concejal del FPV-PJ expresó que, en realidad, no son muchos los proyectos concretos, sino las opiniones vinculadas a obtener el recurso de otras fuentes.
En cuanto a la salud de la población, Quevedo, médico de profesión, dijo que no se han producido mayores casos de enfermedades gastrointestinales o por contaminación alimentaria devenida de la utilización de agua.
Finalmente, resaltó que los centros de salud que más demandan la utilización del recurso no sufrieron cortes en el suministro de agua.
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